La manera más sencilla de introducir la algarroba en nuestra dieta es en forma de harina, ya que se puede usar para mezclar con nuestra leche habitual sustituyendo al cacao industrial. Con este cambio estaremos eliminando las grasas saturadas, reduciendo considerablemente el aporte calórico así como la cantidad de azúcares e introduciendo todos los nutrientes antes mencionados.